Hacía tiempo que no veía una película tan incómoda. El Joker cuenta la historia de un asesino con una enfermedad mental y profundiza en su pasado, su cruda niñez. El Joker es un payaso que no hace gracia, da miedo. Es un hombre solitario y alejado del mundo, las personas que lo rodean no lo entienden, y él parece no querer conocer a nadie.
Esta película merece la pena, pero es dura. La única persona que lo acompaña en el mundo es su madre, y ni siquiera a ella consigue hacerla reír en sus actuaciones como payaso.
Este filme profundiza en las máscaras y la verdad que se oculta tras ellas: ¿Qué se esconde detrás de una risa incontrolable y siniestra?
Parece que la respuesta es dolor, locura y mucha tristeza.
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